jueves, 30 de junio de 2016

Niños envueltos de ambición | Narcotrafico

El poder que poseen los carteles de drogas y los narcotraficantes en México ha subido mucho en los últimos años y con su crecimiento ha aumentado la cantidad de narcoviolencia también. Las vidas de la gente que viven cerca de los narcotraficantes siempre están en peligro. Los más afectados son los mexicanos jóvenes, específicamente de los niños de las calles, quienes están reclutados por los carteles como niño narco-sicarios. Ser narco-sicario es un estilo de vida muy peligroso. Los carteles, en su ruta para ganar más poder y dinero, posan amanzana en las vidas de los jóvenes.

En los últimos años, se ha hecho evidente que los carteles están reclutando niños ahora más que antes. El ejemplo más reciente es el nuevo sicario “El Ponchis,” un niño de doce años de edad. Las autoridades están buscando al joven que trabaja por el cartel del Pacífico Sur, un cartel que lucha por poder en el comercio de la cocaína. Las autoridades dicen que el joven ya ha asesinado a mucha gente en Morelos, un estado en el centro de México que queda cerca de la Ciudad de México.  Trabaja con unas chicas, unas de ellas que son sus hermanas. Son dirigidos por el jefe del cartel, como si fueran adultos.  “El Ponchis” es sólo un ejemplo de uno de los niños alquilados por los carteles.

Reciente, los carteles han empezado emplear tácticas para reclutar a los jóvenes desafortunados ofreciéndoles dinero y drogas a cambio por su trabajo.  Frecuentemente, los sicarios que son menores de edad vienen de las calles o tienen malas relaciones con sus familias y muchos ya están involucrados en actividades criminales. El presidente Felipe Calderón dice que, “hay en zonas de mayor violencia del país un reclutamiento interminable de jóvenes sin esperanza, sin familia, sin oportunidades.”  Los jóvenes que no tienen algo seguro en sus vidas a veces eligen afiliarse a los carteles que les ofrecen algo para que puedan vivir, como dinero para soportar a su mismo y a veces a su familia. A los carteles les gusta contratar a los jóvenes porque cobran menos que los sicarios de mayor edad y son fáciles de seducir con las drogas. A los jóvenes les gusta cobrar sus recompensas por su trabajo.

Es evidente que los niños sicarios son unos de los asesinos más peligrosos que hay. Cristian García Martínez, un niño sicario, dice que cada vez que asesinan a alguien que los narcotraficantes les mandan a hacerlo, cobran 3.000 dólares. Esto es bastante dinero para los niños que no tienen familia o quienes necesitan cobrar dinero para sus familias. A veces necesitan tanto el dinero que matan a otros inocentes en lugar de los que deberían haber asesinado, dice Martínez. Los niños son tan peligrosos que toman medidas tan drásticas como matar a gente inocente.

Los narcotraficantes pueden ofrecer drogas a los niños de las calles que son adictos a las drogas como el Resistol, la marihuana o la heroína.  Además, los carteles ofrecen otra opción para los jóvenes que, si no fuera por los carteles, estarían encarcelados o que tendrían que reunirse con sus familias abusadoras. Algunos niños dicen que admiran a los jefes de los carteles por su estilo de vida y por la facilidad de cobrar dinero en esa posición y por eso quieren estar en los carteles. Sin importar si eligen unirse con los carteles por recompensación o sólo por querer, se puede decir con seguridad que los niños continuarán afiliarse con el tráfico de las drogas.


Desafortunadamente, es probable que la pobreza y necesidad de los niños de las calles siempre nunca desaparezca. Con la ilusión que está pintada de cómo es la vida de los narcotraficantes y los carteles en México junto a la pobreza y existencia, los jóvenes seguirían involucrándose en el narcotráfico.

Entrevista a Cristian García Martinez



-Christian

http://www.swagger.mx/radar/historias-de-ninos-sicarios
http://definicion.de/narcotrafico/

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