jueves, 30 de junio de 2016

La gordura de México ya supero limites | Obesidad

Comida chatarra, Golosinas, chocolate, la televisión, la mala información etc. son algunos de los ingredientes los cuales causan que un niño sufra de obesidad, problema que no es de ahora, sin embargo, se le ha tomado mucha importancia porque el número de niños afectados por este problema ha crecido demasiado en la última década, que casi se podría hablar de una epidemia

Está dicho que 4 de cada 10 menores son obesos al llegar a los 10 años, por lo que las enfermedades a largo plazo se ven venir y eso es algo por lo que debemos tomar cartas sobre el asunto de forma inmediata.

La obesidad es un exceso de grasa causado por la ingestión de más calorías que las que puede utilizar el cuerpo estas calorías extras son almacenadas en forma de grasa.
En si, el problema de la obesidad constituye a más de 300 000 muertes prematuras muy grande y cada vez se incrementa más en la población mundial. De hecho, la obesidad ocupa el segundo lugar después del tabaquismo como riesgo de salud pública.

A pesar de este problema cada vez más creciente en nuestra sociedad irónicamente, una mitad de los 6 mil millones de personas que habitan la tierra padecen hambre.

El sobrepeso y la obesidad son el principal problema de Salud Pública en México, ocupa el primer lugar mundial en niños y el segundo en adultos con este padecimiento.

En nuestro país, el 72% de las mujeres mayores de 20 años (20.52 millones de personas) tiene obesidad o sobrepeso, 66% de los hombres mayores de 20 años (16.96 millones de personas) y el 26% de niños en edad escolar (5.54 millones de personas).

En México, 8 de cada 10 personas mayores de 30 años no realiza ninguna actividad física, la clase de educación física en escuelas primarias se lleva a cabo una vez a la semana y dura apenas 39 minutos, en promedio, y sólo 9 minutos de actividad moderada o intensa.

La obesidad es más que un problema estético, pues su presencia conlleva serios riesgos para la salud de los afectados. Lo más recomendable es que las generaciones jóvenes aprendan a prevenirla. El tratamiento del trastorno se basa, esencialmente, en un plan alimentario bien diseñado junto con un programa de actividad física frecuente, los cuales, en ciertos casos, pueden ser acompañados por el uso de medicamentos. Es más frecuente que sufra un niño obeso que un mayor porque necesita protección y contención de parte de las personas que lo rodean.

Así que espero haber cumplido mi objetivo de hacer conciencia de que no importa cuán hereditario sea esta enfermedad, es fundamental prevenirla y combatirla.




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